Comentarios del ingeniero Fernando Beltrán critica subasta de espectro en Colombia

Columna de opinión de Orlando Rojas Pérez – El ingeniero Fernando Beltrán, desde Nueva Zelandia, envió una carta a la ministra TIC Sylvia Constaín Rengifo con un anexo de comentarios con fuertes argumentos técnicos y financieros, en la que hace fuertes críticas al sistema impuesto por el Ministerio TIC para realizar la puja en la subasta de espectro, que es el corazón del proceso. Beltrán explica que el sistema y definiciones de términos indicados en la resolución de las reglas de la  subasta de espectro están equivocados y concluye que con ese sistema no habría puja y que no se cumpliría con el plan digital del Gobierno del presidente Iván Duque Márquez ni con el objetivo principal de la subasta de espectro que ha manifestado el propio Ministerio TIC. Este ministerio no aceptó sus fuertes críticas al sistema de puja que no lo sería.

 

PRINCIPALES PUNTOS DE LOS COMENTARIOS DEL INGENIERO FERNANDO BELTRÁN
Para mayor facilidad, utilizamos la misma numeración del ingeniero Beltrán, para los siete puntos de sus comentarios.

1. ¿Qué es una subasta combinatoria de reloj ascendente por múltiples rondas?
Beltrán explica que el sistema de subasta con el formato más popular en subastas recientes de 4G, es la subasta Combinatoria de Reloj Ascendente -CCA Combinatorial Clock Auction- con sus tres etapas.

2. Objetivo de la subasta
Beltrán resalta que el objetivo principal que el Ministerio ha declarado para el proceso de asignación del recurso en Colombia es que la subasta colombiana de 700/1900/2500 busca favorecer la cobertura de servicio dado el estrecho vínculo que existe entre el factor de cobertura y los bloques de espectro de 700 MHz. Por lo tanto, la subasta incorpora “la cobertura como un factor competitivo” en la expresión de las ofertas provenientes de los participantes.

3. Comentarios críticos sobre el diseño de la subasta MinTIC
Beltrán presenta los elementos más importantes de la subasta propuesta a través de comentarios críticos de aspectos específicos de su diseño. Además de notar algunas incorrecciones en la utilización de los términos y aclarar su significado, analizo las diferencias que una parte de la literatura académica ha identificado entre la subasta simultánea de múltiples objetos y múltiples subastas secuenciales. Uno de los puntos centrales de esta crítica se refiere a la capacidad que tiene el diseño de la subasta de incentivar a los participantes para que sus ofertas se alineen con los objetivos del Ministerio.

 

3.1. El uso de los términos
Beltrán explica muy claramente y en realidad le da  lecciones de los términos de subastas al MinTIC que propone una subasta a la que llama combinatoria de reloj ascendente por múltiples rondas para los bloques de cada banda. La subasta procede en secuencias cada una de las cuales es en sí una subasta en múltiples rondas.

En realidad, la denominación de reloj ascendente es incorrectamente utilizada para la descripción de estas subastas puesto que en el formato propuesto por el MinTIC, los participantes pujan, es decir, deciden cuánto ofrecer en cada nueva ronda sin que sea el subastador quien comunique un precio, como sí se hace en subastas de reloj ascendente. En particular, las subastas de reloj ascendente buscan que los participantes revelen su demanda, es decir, cuántos bloques estaría un participante dispuesto a comprar al precio (unitario) que el reloj marca en cada ronda. Este no es el caso de la subasta propuesta.

La literatura académica y documentos emitidos por agencias gubernamentales sobre los mecanismos de subasta usados en la actualidad dan cuenta de la terminología que se usa para referirse al modo de control del precio en una subasta de precio ascendente.

La subasta descrita en Sharkey utiliza un reloj ascendente. El reloj es controlado por el subastador. Un participante permanece pasivamente en la subasta y su actividad consiste en indicar su salida de la subasta. El momento de salida queda registrado por el reloj de precio, lo cual quiere decir que el participante ha comunicado su precio (oferta).

Por otra parte, la subasta se denomina también combinatoria, posiblemente haciendo alusión a que un grupo de bloques disímiles, en tanto que pertenecen cada uno a bandas diferentes, es una combinación de bloques de diferentes características. La literatura académica, y la práctica de las subastas en el mundo, denomina combinatoria a una subasta que le permite a un participante expresar sus preferencias por paquetes (o grupos) de objetos subastados y con cada paquete un precio (oferta), sin tener que revelar ofertas individuales por cada elemento del paquete. Este no es el caso de la subasta propuesta.

Por último, un aspecto que salta a la vista es que el MinTIC se reserva el derecho de terminar la distribución de los bloques de espectro entre los asignatarios cuando un asignatario haya ganado dos o más bloques en la misma banda. Esta medida, que aparece en la segunda página del Anexo III (página 37 del documento), tempranamente señala que la propuesta de subasta tiene grandes problemas de diseño. La eficiencia de una subasta se mide por qué tan bien la subasta permite a los participantes expresar sus preferencias de manera honesta. Una vez la subasta ha llegado al punto de conocer cuántos bloques ha ganado cada participante, el diseño de la expresión de preferencias debería permitirle a cada participante expresar cuáles bloques son los que desea de los que están disponibles. Este no es el caso de la subasta propuesta.

3.2. ¿Subasta simultánea o subasta secuencial?
Beltrán aclara que en la subasta propuesta, una secuencia consiste en subastar simultáneamente un bloque de cada una de las bandas. Como la banda de 1900 MHz solo dispone de un bloque, únicamente en la secuencia 1 se subastarán tres bloques. De la secuencia 2 en adelante se subastarán 2 bloques, uno de la banda 700 MHz y uno de la de 2500, siempre y cuando el número disponible de bloques lo permita.

La pregunta no resuelta en la literatura es si en una subasta de múltiples unidades se deberían poner en venta todos los objetos a la vez o si se deberían vender en subastas sucesivas (por ejemplo, un objeto después del otro). Al primer formato se le conoce como subasta simultánea y a la colección de subastas del segundo caso se le conoce como subasta secuencial.

En Chakraborty se investiga el asunto, concluyendo que cuando se definen precios de reserva óptimos el formato secuencial es más eficiente y genera mayor ingreso esperado que el formato de subasta simultánea bajo la regla de precio Vickrey pero es menos eficiente y genera menor ingreso esperado que el formato de subasta simultánea con la regla pague su oferta.

El modelo utilizado por Chakraborty presenta diferencias importantes con la subasta propuesta por MinTIC. En primer lugar, las subastas no se hacen en rondas, sino que son subastas de una sola postura; cada participante solo valora la primera unidad, es decir, su demanda es por solamente una unidad; la subasta secuencial se compone únicamente de dos subastas, una en la que se subasta una fracción de todas las unidades disponibles y otra en la que se subasta el resto. Aun así, el resultado sugiere que la regla de precio tiene un efecto en la percepción del riesgo del participante sobre la subasta y, por tanto, un efecto sobre el valor de las ofertas. Si solo nos fijamos en la comparación entre las dos reglas de precio, Chakraborty encuentra con claridad cuál es la regla de precio que lleva a mejor ingreso y mayor eficiencia entre uno y otro formato.

Como la subasta colombiana procede en rondas que progresan a medida que el subastador exige un nuevo precio mínimo (en realidad se trata del ‘índice vigente’) para cada ronda, la regla de precio se parece más al precio Vickrey (que en el caso de un solo bloque de la banda de 700 MHz es más cercano al valor de la segunda oferta) que al precio ‘pague su oferta’. Queda por resolver si los resultados en Chakraborty aplicarían bajo las condiciones del diseño actual de la subasta MinTIC.

Finalmente, y en un aspecto relacionado, está la necesidad de definir cuál es la información que el subastador reportará a los participantes después de que una secuencia termine. Por ejemplo, cuando una secuencia se termina, ¿debería revelarse toda la información de la secuencia, esto es, identidad del ganador, número de rondas, precio ganador, precio a pagar (si el precio ganador es diferente del precio a pagar), y todas las ofertas hechas durante las rondas?

3.3. El uso de un índice como expresión de oferta, ¿le permite al formato de subasta lograr sus objetivos?
En este punto Beltrán explica que para cada ronda de una secuencia de la banda de 700 MHz, la oferta de un participante, que se llama índice debe ser mayor o igual al índice vigente definido por el subastador para esa ronda. El incremento en la oferta de un participante para una nueva ronda (o sea, el nuevo Valor espectro 700 MHz) es controlado por el participante. El índice suma los valores de la oferta económica (un porcentaje A del Valor ofertado 700 MHz por el participante) y de un equivalente monetario que depende del número de localidades que el participante está dispuesto a cubrir en un número de años especificado. Es decir, el índice fusiona en un solo valor las expresiones individuales de precio (valor del espectro) y el valor presente de la infraestructura (costo).

En consecuencia, la oferta que cualquier participante hace en una ronda está representada en su índice, el cual es el elemento decisorio. Pero a su vez el participante debe reportar los componentes del índice, es decir, su Valor ofertado 700 MHz y la lista de localidades. Estos elementos inciden sólo indirectamente y a través del índice en la determinación del ganador de la ronda.

En cada ronda el índice le permite a un participante escoger entre un gran número de combinaciones (Valor ofertado700 MHz, Lista de localidades) que generan el mismo valor del índice. En particular, un participante podría ofrecer un valor muy bajo (ciertamente no menor del 40% de su Valor del espectro) y un gran número de localidades o, por el contrario, un valor muy alto y ninguna localidad.

Lo anterior suscita la pregunta, ¿cuál incentivo provee el índice (o el índice vigente) para que la oferta de un participante no reduzca al mínimo el número de localidades?

El problema radica en el riesgo que enfrenta un participante entre las dos opciones mencionadas como ejemplo arriba. Si la secuencia termina para un participante ganador en una oferta con alto Valor ofertado 700 MHz y cero localidades, el riesgo que enfrenta el participante es cero: deberá pagar el precio y no tendrá ninguna actividad adicional como condición para usar el espectro. Por el contrario, un participante que gane habiendo ofrecido una lista (no vacía) de localidades enfrenta desde ese momento la obligación de desarrollar una actividad de la cual no tiene total certidumbre y por tanto implica un nivel de riesgo para su cartera.

En otras palabras, el componente de cobertura de localidades conlleva un costo futuro que un participante puede transar con una mayor oferta presente (durante la subasta) de tal manera que se elimine la incertidumbre asociada con el proyecto de infraestructura de cubrimiento.

Lo anterior revela una debilidad del diseño actual de la subasta, plausible debido al relativo bajo número de contendores en la misma. Esto se puede ilustrar con un caso hipotético.

Supongamos que la primera secuencia resulta en tres boques asignados a tres posibles (o dos, o uno) participantes y que, en particular, el primer bloque de la banda de 700 MHz queda asignado a un precio p1700. El precio del primer bloque crea un efecto‘ancla por el cual, en la siguiente secuencia, los participantes reevalúan sus creencias y actualizan sus propias valoraciones, alrededor de p1700. La revelación del precio del primer bloque es clave para el desarrollo del resto de la subasta. Dependiendo de la magnitud de p1700, las ofertas de la segunda secuencia en adelante podrían prescindir del componente de cubrimiento (lista de localidades) para que la puja se concentre únicamente en la componente Valor ofertado 700 MHz. Esto resulta atractivo pues, dada la estructura del índice y de la falta de incentivos en las reglas de la subasta para forzar a los participantes a elevar el número de localidades en su oferta, un participante racional preferirá comprometerse con menos localidades que con más localidades, así como se explicó anteriormente.

La revelación de p1700 puede crear un efecto de colusión tácita, el cual no existiría si la subasta de 700 MHz fuera simultánea, en lugar de componerse de subastas secuenciales. Los participantes, a partir de la segunda secuencia entonces prefieren competir vigorosamente en precio a través de sus respectivos Valores ofertados, sin listar ninguna localidad en su oferta, y a medida que el índice vigente empiece a aproximarse a p1700 convierten el segundo componente de su índice en elemento estratégico marginal para competir por el bloque alrededor del precio p1700. Esta característica de marginalidad del componente de cobertura produce un equilibrio de bajo valor, el cual resulta perjudicial para la aspiración del Ministerio de que, como resultado de la subasta, se logre cobertura del servicio en más de 5000 puntos.

3.4. La fragilidad de la subasta propuesta para incentivar ofertas con alto número de localidades
En su último punto, Beltrán demuestra una vez más que el sistema propuesto para la subasta no incentiva a ofrecer un alto número de localidades. Existe en el mecanismo de subasta propuesto por el Ministerio una omisión extraordinaria: el mecanismo no reconoce la disparidad entre las utilidades marginales de un participante respecto a la cantidad de espectro, por un lado, y el número de localidades a cubrir, por el otro.

Para ser más claro, el bienestar o utilidad que un participante en una subasta deriva de ganar unidades de espectro es una función creciente de la cantidad de espectro ganado. Para un nivel fijo del precio del espectro y una cantidad fija de localidades, la utilidad marginal del participante es no negativa con rendimientos decrecientes. Esto implica que su utilidad marginal decrece y, en general bajo condiciones regulares, existe un valor de la cantidad de espectro que maximiza su utilidad.

La función de utilidad se representa como la diferencia entre la función de valoración y el pago que haría el participante si adquiriera el espectro (si ganara la subasta). Para un nivel fijo del precio del espectro y una cantidad fija de localidades, la utilidad marginal de valoración, como función de la cantidad de espectro, es también no negativa. Como su contraparte, el pago, es marginalmente negativa, la diferencia entre las dos funciones marginales, utilidad marginal y la marginal del pago, tiende a disminuir como función de la cantidad de espectro. Esto significa que el participante tiene incentivos a seguir respondiendo a precios más altos en la subasta hasta agotar su utilidad marginal.

Ahora bien, usemos el análisis anterior en el análisis de la función marginal de utilidad como función de la cantidad de localidades. El equilibrio actual del mercado señala que los operadores no tienen incentivos para ampliar la infraestructura de servicio. Si no fuera así, el Ministerio no habría estipulado la ampliación de la cobertura como uno de sus objetivos. Por tanto, es claro que, para cualquier operador y en ausencia de subsidios, el efecto de comprometerse con una localidad adicional disminuye su utilidad. Es decir, para un nivel fijo del índice vigente y una cantidad fija de espectro, la utilidad marginal del participante con respecto al número de localidades es negativa. Por tanto, un participante derivará mayor utilidad entre menor sea el número de localidades con las cuales se compromete en su oferta.

De lo anterior se sigue que los incentivos provistos por el formato de subasta actualmente propuesto por el Ministerio favorecen ofertas con un número bajo de localidades y posiblemente en algunos casos, cero localidades en una oferta.

La incorporación de una segunda variable que conforma la oferta, el número de localidades, ha traído como resultado un diseño de subasta que ignora la bidimensionalidad del problema centrándose en la utilización de un índice univariable. Para claridad, no es el uso de un solo criterio (una sola cantidad) en la conformación de la oferta para una subasta el asunto de crítica aquí. Después de todo, la literatura ha considerado mecanismos en los que ofertas que se componen de múltiples variables son convertidas en un solo número como es el caso del uso de un índice. El problema de la subasta propuesta es que ésta ignora que una de las variables crea una utilidad marginal negativa.

En la figura, se muestra la posible forma de las curvas de indiferencia para la utilidad como función de la cantidad de espectro S, y el número de localidades L. La dirección de mayor crecimiento de la utilidad en un punto dado, como por ejemplo en los puntos g, h, y d está dada por cada uno de los vectores mostrados. La componente del vector correspondiente a la cantidad de espectro es positiva mientras que la componente correspondiente al número de localidades es negativa. Y a medida que la cantidad de localidades es mayor, como en el punto d, tal componente es más negativa. Por otra parte, la componente del vector que denota el cambio dado por el aumento en la cantidad de espectro es positiva y decrece a medida que vamos de g, a h y d.

Cualquier secuencia de la subasta colombiana limita la cantidad de espectro que el participante puede ganar en la banda de 700 MHz y, en particular, limita la cantidad de espectro por el cual el participante puede hacer ofertas. De hecho, si un operador participa en una secuencia lo más probable es que quiera obtener un bloque en la banda de 700 MHz. En ese caso como se ve en la figura a una cantidad fija de espectro sf (el equivalente a un bloque 2x5 de 10 MHz, por ejemplo) un participante preferirá el punto w al punto h. Al no poder expresar su preferencia por más bloques en esa secuencia su único recurso racional será aumentar su Valor ofertado 700 MHz. y no el valor de la componente del índice que se refiere al número de localidades, sin importar cuáles sean los pesos que el Ministerio les dé a los dos términos que componen el índice.

 

IMAGEN COMPLETA DE LA CARTA Y COMENTARIOS DEL INGENIERO FERNANDO BELTRÁN

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Ver nota:

MinTIC busca salvar subasta de 1 pujador en la urna, con resolución pasada de hora

MinTIC busca salvar subasta de 1 pujador en la urna, con resolución pasada de hora

Hace recordar la urna de Gilat en la que se perdieron las llaves…
http://www.evaluamos.com/?home/detail/16931

 

 

 

 

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